Por Digna Zorrilla Ramirez, Especialista en Cambio Climantico / AM
En este artículo se analiza la gestión de riesgo de desastres, la cual se define como el proceso de identificar, analizar y cuantificar las probabilidades de pérdidas y efectos secundarios que se desprenden de los desastres, así como de las acciones preventivas, correctivas y reductivas correspondientes que se realizan para mitigar los efectos creados por el evento. El riesgo es una función de dos variables la amenaza y la vulnerabilidad. Ambas son condiciones necesarias para expresar al riesgo, el mismo es la probabilidad de las pérdidas, en un punto geográfico definido y dentro de un tiempo específico. Mientras que los eventos naturales no son siempre controlables, aunque la vulnerabilidad hay la posibilidad de trabajarla.
Las naciones pueden analizar y especificar sus planificaciones con acciones que le permita incidir en el desarrollo de sus territorios, esto es un papel esencial para verificar las vulnerabilidades y actuar en consecuencia con los instrumentos que tienen para poder realizar los planes de desarrollo y reducción de riesgo de desastres, tanto a nivel urbana o rural en el proceso de ordenamiento del territorio.
Es comprensible que la planificación esta llamada a desempeñar una función esencial en el momento de definir las vulnerabilidades y actuar con los instrumentos que se tiene, se habla de planes de desarrollo y reducción de riesgo de desastres, en todos los territorios. Así como también la planificación debe caminar de cara a los sectores a través de la coordinación intersectorial, la coherencia entre políticas o la articulación entre múltiples actores para mitigar riesgos y crear resiliencia.
En la planificación para la reducción del riesgo de desastres son la mitigar las vulnerabilidades sociales, económicas y ambientales, el aumento de la capacidad de recuperación y el bienestar general de la población mediante un enfoque basado en los derechos. Las naciones integran instrumentos de política para la gestión del riesgo de desastres con los marcos de políticas nacionales, lo cual facilita la asignación de recursos humanos, técnicos y financieros para lograr estos objetivos.
Las amenazas por fenómenos de la naturaleza son inevitables, sus impactos pueden ser mitigados a través de la gestión del riesgo de desastres, propiciando un conocimiento referente a las amenazas y un adecuado abordaje de las vulnerabilidades y eventos de la naturaleza cada vez más recurrentes y de magnitudes más extremas, muchos de ellos como consecuencia del cambio climático, las distintas dimensiones en las que un desastre puede impactar en el bienestar de las personas se manifiestan en forma evidente.
Desde el punto de vista del abordaje de la gestión de riesgo de desastres en la planificación tiene una función esencial como instrumentos, ya sea en los planes o estrategias de desarrollo o planes de gestión de riesgo de desastres de alcance nacional y sectorial. Además, puede incorporarse entonces en los instrumentos de planificación mediante la inclusión de esta temática en los planes nacionales de desarrollo, ya sea como objetivo, meta o línea de acción, en el diseño de estrategias nacionales de reducción del riesgo de desastres y en la elaboración de estrategias de reducción del riesgo de desastres por parte de gobiernos locales.
En este ámbito, se identifica la gestión del riesgo de desastres y la resiliencia ante el cambio climático como una condición necesaria para el logro de los objetivos que pueden mejorar el medio natural y preservar los activos históricos y culturales del país.
Es importante destacar que el planteamiento de objetivos concretos respecto de la reducción del riesgo de desastres en sus instrumentos de planificación, destacan la gestión del riesgo de desastres como un elemento que debe considerarse para el logro de sus objetivos nacionales, en cuyo plan se plantean proyectos de inversión pública para la prevención y mitigación del riesgo de desastres, las acciones pueden estar en una Estrategia de Desarrollo que se planifique, donde se planteen cómo en un entorno de riesgo provocado por los problemas ambientales, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad que pueden intensificar los efectos de los eventos desastres.
Los planificadores en gestión de riesgo de desastres están claro que en los planes de desarrollo institucionales, sectoriales o locales deben incluir las acciones del Marco de Sendái, para que las naciones avancen en el desarrollo de estrategias de reducción del riesgo. Esto así porque las naciones realizan compromisos internaciones que deben ir cumpliendo en el ejercicio de sus funciones, lo cual los avances se miden con las acciones implementadas y ejecutadas en sus planes.