Por Gunter Lorenzo, Psicólogo Cínico. M.A. / AM
Los desastres naturales pueden tener un impacto devastador en la salud mental de las personas afectadas, generando altos niveles de estrés, ansiedad y trauma. Es crucial contar con protocolos de primeros auxilios psicológicos para brindar apoyo emocional inmediato a las víctimas y ayudarles a sobrellevar la situación de manera más resiliente. Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 30% de las personas afectadas por desastres naturales desarrollan trastornos de salud mental en los meses posteriores al evento.
Durante un desastre natural, es fundamental implementar estrategias de primeros auxilios psicológicos que se centren en la contención emocional, la escucha activa y la validación de las emociones de las personas afectadas. Estas intervenciones pueden reducir el impacto psicológico del evento traumático y promover la recuperación emocional a corto y largo plazo. Según métricas de la Cruz Roja, el 80% de las personas que reciben primeros auxilios psicológicos después de un desastre muestran una mejoría significativa en su bienestar emocional.
Para brindar una atención psicológica efectiva durante un desastre natural, se recomienda seguir las siguientes 10 recomendaciones: 1) Priorizar la seguridad física de las personas afectadas; 2) Establecer un ambiente de calma y contención emocional; 3) Escuchar activamente a las personas y validar sus emociones; 4) Proporcionar información clara y precisa sobre la situación; 5) Fomentar la resiliencia y la esperanza en el proceso de recuperación; 6) Promover la conexión social y el apoyo mutuo entre las víctimas; 7) Identificar y derivar casos de mayor complejidad a profesionales de la salud mental; 8) Fomentar el autocuidado y la autorregulación emocional; 9) Proporcionar recursos y herramientas para afrontar el estrés postraumático y 10) prestar especial atención a los boletines del Centro de Operaciones de Emergencias.